viernes, septiembre 09, 2005

MI QUERIDO...

1
De repente me encuentro conmovido hasta la sombra ante la leve fragilidad del humano, tan vulnerable al abandono, tan propenso a la locura, tan solo en su turno por la vida conciente… poco polvo esparcido por un gran salón que apenas se confunde con el suelo hasta que una mano torpe lo retire, o en el mejor de los casos lo conmueve y arrincona en una esquina, en la misma esquina donde se acumulan las partículas de piel que cada segundo se desprenden de nuestro cuerpo…. “polvo de estrellas”…. Por otra parte, estoy convencido que nuestro cuerpo grita un grito que solo nosotros no oímos, pero extrañamente en un momento alguien lo nota y entonces el abismo abre mas su boca negra y estalla una comunicación primera, un código insustituible y como caída de agua se unen las emociones e ideas y ya estamos frente al espejo llorando por alguna ominosa e intensa emoción, tal vez bello llanto, tal vez dulce dolor…

Las manos tomando por los lados la cabeza del hombrecito de 80 años, amontonando todas las arrugas que forman y deforman su rostro hacia el centro, no tanto como para no perder su forma, su mirada de eterna tristeza con ojos grises no se si de cataratas, y allá, en lo profundo del pozo desde donde asoma esa mirada, una ternura, un cariño, un gesto eterno de gratitud fantasmal que se sostiene como un falsete por un par de brazos apoyados de codos sobre una tabla que supone una larga mesa y mas nada y yo al otro lado de la mesa, una foto de polaroid, un instante que se trago un alma y la dejo suspendida en vida y obra, casi estoy seguro y no se porque, al ver el pelo espeso y canoso similar al oleaje confuso, que entendí el Apocalipsis interior que esta tristeza y ternura vestida de hombre, alberga no se donde. Pensé en un momento que la posición mas que otra cosa era una forma de sostener y no caer por el propio peso, pues estaba en juego nada mas ni menos que la calma del espíritu en su víspera hacia la libertad, era la valiente labor del guardián del portón que separa el mundo de las almas que aun no lo saben, del mundo de las que ya fueron informadas y arremeten contra las ingenuas (que aun lo piensan)….

Armado con un largo látigo fustiga en un audaz movimiento las siniestras que se acercan y huelen la carne aun viva, palpitante y estupidamente entretenida en el rito…A veces estas se meten entre cuerpo y cuerpo y entonces tiene que ser muy preciso el movimiento para no herir o disgustar al tercero testarudo, creo que no son fácil esa tarea que nadie califica, nadie aplaude, nadie paga, creo que ni vos ni yo lo haríamos tan efectiva y contundentemente como este hombre y te aseguro que mientras agite su látigo estarán protegidas las ingenuas aun cuando solo sea en la reveladora mente del viejo. Y el terror de la idea finita llega para posar en la foto con la vejes del personaje y en la duda reposa esa espina enterrada, ¡y que tal que sea uno de esos guardianes de los siglos que protegen a los dioses o son dueños de fundamentales secretos y tienen la tarea, aunque también queda la posibilidad que lo hagan por gusto, de caminar sobre los centenarios haciendo el ejercicio y casi son capaces de pasar como espectros por años y años hasta que un ojo lo captura por error y basta!…. Gracias, que más podría decir en ese momento…. Una sonrisa, un apretón de manos, y como un suave viento en la camisa me deja ir… menos intranquilo… me deja ir… Que hubieras hecho vos???

Mayo 2005.
Diego F. R. M.

No hay comentarios.: